María Eugenia Iparragirre es una mujer comprometida con cada reto que asume en su vida. El penúltimo fue subirse en marcha al tren del Grupo Parlamentario Vasco en el Senado a mitad de la recién finalizada legislatura, y pronto se hizo con los mandos de las responsabilidades que heredó de su antecesora. En esta nueva legislatura, repite en la Cámara Alta representando a Gipuzkoa.

Nació en la localidad fronteriza de Irun el 25 de junio de 1968. Como le gusta remarcar con humor, dispone del certificado ITV: “Irundarra de toda la vida”. Como tal, participa activamente en la vida de su pueblo: Novena de la Virgen del Juncal, Olentzero y Urte Zahar, así como en las innumerables fiestas: Santa Águeda, Euskal-Jira, alarde… “Soy una mujer de tradiciones; de la cultura vasca en general y de las fechas señaladas para Irun, en particular”.

En Irun precisamente se encuentra el colegio El Pilar Compañía de María, centro de especial relevancia en la vida de Iparragirre, ya que allí estudió desde los 4 hasta los 14 años, y allí volvió, ya con 21 años, siendo profesora-se licenció en la escuela diocesana de Magisterio de San Sebastián- para ejercer durante 18 años hasta iniciarse en sus responsabilidades políticas.

Tras afiliarse en 2004, fue en 2006 cuando abandonó su actividad docente para encabezar la candidatura de EAJ-PNV a las elecciones municipales del año siguiente. Durante cuatro años fue la portavoz del principal partido de la oposición de su localidad natal y adquirió una gran experiencia en el conocimiento de la administración y de sus mecanismos. Posteriormente, y en sustitución de la hasta entonces senadora electa por Gipuzkoa, entró a formar parte en 2013, del Grupo Vasco en el Senado, grupo ya consolidado en el que tuvo “una gran acogida, lo que facilitó mi adaptación”.

Dos años de ardua labor han tenido su recompensa en la obtención de numerosos compromisos por parte del Gobierno del Estado, gracias a su persistencia. La ministra de Fomento, por ejemplo, puede dar fe del nivel de exigencia y de trabajo de la senadora irundarra. Lamentablemente, esa gran labor en el Senado pocas veces obtiene el reflejo que merece en los medios, pero un bertso de despedida la ha llevado a la primera plana. “Es una paradoja; nuestra labor es trabajar día a día, yo solo pretendía despedir a la Cámara y agradecer la labor de Iñaki y de Rut”.

En esa acción se unieron dos de las pasiones de Iparragirre: el canto y el euskera. Con año y medio se subió al tablado del concurso de villancicos del Ayuntamiento de Irun y nunca más ha faltado a la cita, y sus participaciones en el Coro Ametsa -fundado entre otros por su padre-, en el Eskifaia de Hondarribia y ahora en el Orfeón Donostiarra dan fe de la primera. La segunda se despertó más tarde: “En casa no pudimos aprender euskara. Yo, con 17 años, tomé esa opción personal y me apunté al euskaltegi”. Completar la carrera en euskera y el total dominio que posee del idioma dan fe de su buen hacer. Una vez dominados el castellano, el euskera y el francés, su reto se centra ahora en hacer lo propio con el inglés. Sus conocidos aseguran que “le van los retos; y después de cumplirlos, marcarse otros”.

Además de su actividad política, María Eugenia siempre ha estado comprometida con las personas de su pueblo, participando activamente en su parroquia, en la asociación de mujeres Argoiak, en el coro del batzoki, en el grupo de scout Uranzu… Para poder hacer frente a todo ello, ha sido imprescindible contar con el ‘Ángel’ de la guarda con quien recientemente ha cumplido 25 años de matrimonio, con quien tiene a Ander y Miren, de 23 y 21 años, como fruto más destacado. “Están ahí siempre y eso es algo necesario para llevarlo bien, y siempre lo agradeceré”.

• Una película: La misión
• Un libro: Ahora mismo leyendo dos: Nacidas para el placer, de Mireia Darder y Poeta en Granada, de Ian Gibson
• Una serie de TV: No sigo series
• Un deportista: Iñigo Cervantes
• Un artista: Mozart
• Un escritor: Gabriel García Márquez
• Un actor/actriz: Julia Roberts
• Un personaje histórico: Gandhi
• Un referente político: Xabier Arzalluz
• Un deseo: La Paz
• Una app de móvil: Spotify
• Un refrán: Al que madruga Dios le ayuda
• El mejor consejo que le han dado: Ser yo misma